Tantos años trabajando en la tienda de ropa de caballero de sus padres, un icono comercial en San Sebastián, Guipúzcoa, llamado RIDEL, despertaron una inquietud irrefrenable en una Ana que después de mil batallas empresariales a ambos lados del Atlántico, entendió que volvía al mundo de la moda para quedarse.

La ropa infantil con que vestía a sus hijas Carla y Manuela no terminaba de convencerla salvo en muy raras ocasiones por lo que convenció a Lourdes y Teresa, también madres de niñas pequeñas en esa época, 2007, para lanzarse a una aventura empresarial llamada Tarantela, sonora e impactante que incluía todas las iniciales de sus socias fundadoras y que pretendía aportar un poco de frescura en el barroco mundo de la moda infantil.

 

Comienzos

El estilo desenfadado inicial de Tarantela está inevitablemente ligado al auge de las telas de la India, destino donde su amiga de la infancia Laura, operaba incansablemente desde hacía unos años y cuya ayuda fue determinante para los inicios de la debutante empresa de moda infantil. A contra reloj salió del taller la primera producción con el tiempo justo para lograr vender la campaña del verano de 2007 salpimentada ampliamente con sedas, gasas, algodones muy lavados, colores empolvados, grises, berenjenas y tostados.

 

Logros

El éxito de la primera producción originó que se aumentara el tallaje a 12 años y además de Madrid, donde viven todavía hoy las tres socias originales, se sirviera a País Vasco, Cantabria y Andalucía, manteniendo el estilo original y cuidando un poco más los detalles para sacar la primera colección de otoño-invierno en 2008, manteniendo el estilo propio huyendo de lo clásico, aportando el punto de lana con hilos italianos e incorporando camisetas de algodón 100% de Portugal a las sedas y gasas de la India.

 

Nueva era para Tarantela

A medida que iban creciendo las niñas y a la vez modelos de la firma, Tarantela ha ido aumentando el tallaje de sus prendas hasta hoy en que la línea para Teens es fundamental para su futuro, haciéndole también un guiño estratégico a las madres más innovadoras para que se animen a vestir nuestra marca. Teresa primero y Lourdes recientemente han apostado por otros retos, quedando Ana, 14 años después capitaneando esta fascinante aventura de conseguir captar la atención de madres e hijas para vestir de una manera cómoda, alegre y diferente.